He encontrado este proverbio Alemán que me ha parecido interesante.
LOS OJOS SE FÍAN DE ELLOS MISMOS, LAS OREJAS DE LOS DEMÁS.
En mi opinión no hay que ser ni muy confiado ni muy desconfiado, simplemente estar en un punto de alerta para mas tarde o llevarte una gran ilusión o una desilusión menos dolorosa.
La duda, querida amiga, es sinónimo de inteligencia, yo no debo serlo porque me horroriza la gente desconfiada; prefiero que me sigan dando decepciones a hacer pagar a los inocentes por ellas.
ResponderEliminarÁnimo con la nueva experiencia del blog y gracias or tu coentario.
Un abrazo
Elvira
Gracias por visitar mi blog y comentar!
ResponderEliminarBesoss
Gracias por tu visista a mi blog, aunque ahora veo quien te lo ha recomendado. Una grata sorpresa encontrarte, Elvira.
ResponderEliminarY estoy de acuerdo en lo de la desconfianza. Yo ya soy muy vieja pero no he aprendido nada y, de entrada, sigo confiando. Y ¿sabéis por qué? Porque prefiero morir de dolor que morir de aburrimiento.
Seguiré visitándote.
Gracias por visitarme!
ResponderEliminarLo mismo digo seguiré pasando por tu blog encantada.
Besos
Que tengas un buen inicio con este blog, con el nivel justo de ojos y oidos, al menos, esto es lo que la mayoría buscamos: no ser excisavamente desconfiadas, ni tan ilusa e inocente.
ResponderEliminarun saludo
Gracias por visitarme!
ResponderEliminarY si, espero tener un buen inicio de blog y que guste a la gente.
Besoss